jueves, 31 de julio de 2014

¿Cómo te curas de lo que cura?

Se acabó. Y qué difícil suena decir esa palabra. Con un nudo en la garganta y unas lágrimas rebeldes que optan por intentar salir de su lagrimal. Pero hay que decirla. Se acabó. Y ya, lo que tenga que venir vendrá... ¿o no? Vamos, supongo...
Pero, ¿cómo te curas de lo que cura? ¿Cómo consigues cerrar un libro que desearías tener abierto para siempre? Y es que me gustan tus páginas, y las leería miles de veces, con las que son más bonitas y las que son más tormentosas... Me gustan todas. Y la verdad, ya no sé como curarme. Ni como intentar cerrarlo. Porque en el fondo no quiero... Y me quedaría así. Quieta y estancada en este preciso punto. En el que parece que sí, pero no. En el que estás pero no del todo...  Y ojalá estuvieras del todo. 
Necesito que desaparezca todo esto... Necesito tiempo. El cual no puedo tener del todo, si casi todas las partes de mi cuerpo y mente te echan en falta... Pero ojalá estuvieras del todo para aconsejarme como haces siempre, para darme tu apoyo en este momento difícil... Y es irónico, porque te necesito a ti para curarme de ti. 
No quiero que vuelvas, todavía no, pero deseo con todo mi corazón que estés aquí. 


"Y no sé, no sé, no sé
si esto es lo que quiero
y no sé, no sé, no sé
si lo voy a levantar.
Y no sé, no sé, no sé
si estoy ardiendo,
no me sale la voz 
y quiero pedirte tiempo..."

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