martes, 26 de septiembre de 2017

Volver.

Volver, ¿no sería bonito? ¿Por qué no íbamos a hacerlo? Aunque sabina nos enseñó "que al lugar dónde has sido feliz no debieras tratar de volver". 
Habría sido bonito, volver a reír, volver a sentir otra vez, volver a querer de aquella manera, volver a cambiar nuestras vidas. Volver a sentir añoranza, volver a fingir que nos importábamos más que el mundo de ahí fuera. Fingiendo que no había nadie mejor que nosotros, que aún no se había inventado el amor tal y como nos lo profesábamos.
Volver para enmendar errores, para ser mejores, para besarnos por una vez las cicatrices, para vivir en nuestro presente y no en aquel pasado tuyo o mío. Volver para ver que igual era un error, que aún que nos comprendiésemos, no nos completábamos, sino que a veces éramos demasiado iguales. 
Volver porque mereciese la pena, no porque te la provocara, como ahora, que existe sin merecer. 
Volver o no. Porque igual sigo soñando, perfeccionando, imaginando. 
Volver, no. 
No olvidar. 

viernes, 9 de junio de 2017

V

Quizás no lo sabes, pero ya empiezo a cansarme del tira y afloja, del sí pero no, de ser siempre yo. Igual no te has dado cuenta de que los demás también sienten, de que poner todo en un lado de la balanza quizás no sea lo ideal. Al menos no en nuestra situación.
Quizás no te has dado cuenta, pero ya no me esfuerzo, ya no me preocupo y ya no tiro de todo. No es por ti. Bueno, en realidad sí. Me he cansado de estar sosteniendo la cuerda sobre la que caminamos los dos, yo sola, de ver como si fuera por ti no habría ninguna dirección.  Me he cansado de poner la otra mejilla, de aguantarme las ganas de pelear, o de decirte que despiertes que esto no va a seguir así mucho más tiempo. Ya no. Ya lo he hecho. Ya he peleado, ya te lo he dicho y ya he puesto mi mejor sonrisa a algo que quizás ya no existe.
¿Qué hago? Ojalá me lo dijeras tú, porque te aseguro que yo ya no lo sé. Ya no sé qué hacer. Ya no sé ni cómo me siento respecto a todo esto. Ojalá pudiera decírtelo, pero no me aclaro. Desearía que no hubieses cambiado tanto como lo has hecho, que todo fuera como antes, pero no. Ya no.

Pero como ya te dije, las cosas cambias, se enrarecen o se distancian sólo si dejamos que lo haga. Pero tenías razón, tú ya has dejado que pase. 

sábado, 16 de abril de 2016

Verdades.

Apareciste, ya hace mucho, pero inesperadamente.
Yo, estúpida infeliz e incompleta, me estaba empezando a despertar de un mal sueño, buscándome a mí misma y buscando la forma de hacer de mi vida algo agradable. Te parecerá una tontería pero, justo en el momento en el que abrí los ojos, apareciste.
No sé como explicar todo, y menos ahora que estoy tan feliz. Pero no eras para nada lo que necesitaba, no te necesitaba a ti para ser feliz, no necesitaba absolutamente ninguna de las cosas que me has dado, ni todas esas cosas. 
Tú has sido, exactamente, la persona que se ha sabido mantener a mi lado en mi carrera contra la tristeza, que ha visto como he querido levantarme y como lo he hecho, que ha completado mi felicidad y que me da ánimos todos los días para seguir adelante con mis sueños. Eres esa persona que me escucha divagar sobre tonterías y aún así se ríe, mirándome. 
No juzgas las cosas que te cuento, no me haces sentir mal por hacer las cosas al revés del mundo... Parece que sólo busques mi felicidad. Llevas 1 año y 3 meses dándome alegría (casi) todos los días. Quitemos los paréntesis, casi todos los días. Me encantan discutir contigo... Bueno "discutir" me gusta. A pesar de que me aturullas la cabeza, me encanta ver la vida de la forma que lo hago a tú lado. Me gusta que nos vayamos conociendo poco a poco en algunas cosas y que nunca me canse de escucharte. Te quiero, "eres mi refugio y mi verdad".