martes, 26 de septiembre de 2017

Volver.

Volver, ¿no sería bonito? ¿Por qué no íbamos a hacerlo? Aunque sabina nos enseñó "que al lugar dónde has sido feliz no debieras tratar de volver". 
Habría sido bonito, volver a reír, volver a sentir otra vez, volver a querer de aquella manera, volver a cambiar nuestras vidas. Volver a sentir añoranza, volver a fingir que nos importábamos más que el mundo de ahí fuera. Fingiendo que no había nadie mejor que nosotros, que aún no se había inventado el amor tal y como nos lo profesábamos.
Volver para enmendar errores, para ser mejores, para besarnos por una vez las cicatrices, para vivir en nuestro presente y no en aquel pasado tuyo o mío. Volver para ver que igual era un error, que aún que nos comprendiésemos, no nos completábamos, sino que a veces éramos demasiado iguales. 
Volver porque mereciese la pena, no porque te la provocara, como ahora, que existe sin merecer. 
Volver o no. Porque igual sigo soñando, perfeccionando, imaginando. 
Volver, no. 
No olvidar.