sábado, 16 de abril de 2016

Verdades.

Apareciste, ya hace mucho, pero inesperadamente.
Yo, estúpida infeliz e incompleta, me estaba empezando a despertar de un mal sueño, buscándome a mí misma y buscando la forma de hacer de mi vida algo agradable. Te parecerá una tontería pero, justo en el momento en el que abrí los ojos, apareciste.
No sé como explicar todo, y menos ahora que estoy tan feliz. Pero no eras para nada lo que necesitaba, no te necesitaba a ti para ser feliz, no necesitaba absolutamente ninguna de las cosas que me has dado, ni todas esas cosas. 
Tú has sido, exactamente, la persona que se ha sabido mantener a mi lado en mi carrera contra la tristeza, que ha visto como he querido levantarme y como lo he hecho, que ha completado mi felicidad y que me da ánimos todos los días para seguir adelante con mis sueños. Eres esa persona que me escucha divagar sobre tonterías y aún así se ríe, mirándome. 
No juzgas las cosas que te cuento, no me haces sentir mal por hacer las cosas al revés del mundo... Parece que sólo busques mi felicidad. Llevas 1 año y 3 meses dándome alegría (casi) todos los días. Quitemos los paréntesis, casi todos los días. Me encantan discutir contigo... Bueno "discutir" me gusta. A pesar de que me aturullas la cabeza, me encanta ver la vida de la forma que lo hago a tú lado. Me gusta que nos vayamos conociendo poco a poco en algunas cosas y que nunca me canse de escucharte. Te quiero, "eres mi refugio y mi verdad".